La historia muestra con fascinación, como antes la educación era notablemente limitada por las fronteras espacio temporales. Para poder adquirir conocimiento, la fuente tenía que ir al discipulo como ocurría con la educación de los hijos de nobles en las antiguas culturas occidentales y orientales, otra posibilidad era buscar la fuente como en el caso de los griegos ( solo los varones) que acudían a la escuela ( como por ejemplo, la Academia de Platón) y la palestra en busca de una formación integral o simplemente recurrian a los Sofistas. Por otro lado los chinos también tenian lugares dedicados a la enseñanza y se dice que allí están las universidades más antiguas del mundo y aún vigentes, como la universidad de Hunan y la universidad de Nanjing. Más adelante y gracias a los persas y arábes, se llega a la fundación de lo que hoy conocemos como la universidad moderna y que llega a Europa en el siglo VIII, consolidandose en el siglo XI.
Pero también es notable ver como el tiempo ponía sus limites y los sigue poniendo, puesto que los sistemas educativos excluyen del conocimiento a quienes no cumplen en rigor con un tiempo estipulado, se proponen uno, dos, cinco años, para dar cumplimiento a un programa y aquel que no satisface esto, se considera atrasado.
Estamos en la era del conocimiento y una de sus particularidades es la de cortar con los limites impuestos por el espacio y el tiempo, todo esto gracias al desarrollo de las tecnologias de la información y la comunicación (TIC´s), la WEB 2.0 y lo más importante, a la propuesta de una cultura colaborativa del conocimiento, porque el capital intelectual es el unico bien que se multiplica, optimiza y se mejora, en la medida que se comparte.
Pero es importante comprender la tradición de las organizaciones y la antropología del hombre, por un lado, la mayoría de empresas de hoy son fruto de la sociedad industrial, caracterizada por la coordinación del espacio-tiempo, el acceso restringido, el instruccionismo, la linealidad, la gestión de contenidos, el conocimiento adquirido y los procesos evaluativos en función del control y la corrección, por otro, la antropoligía humana es clara en definir al ser humano como egoista por naturaleza.
Entonces, ¿Qué propuestas se tienen para enfrentar la problemática y "romper" con la tradición industrial?, esta podría ser una pregunta de un fundamentalista, positivista, radical o en mi opinión, iluso proselitista de la sociedad del conocimiento, pero en un ambiente crítico, respetuoso y objetivo, se pueden abordar de manera reflexiva las propuestas más convenientes para la humanidad. Un primer aspecto y en mi opinión, el más dificil de abordar, es poder hacer entender a los miembros de una comunidad, la necesidad de transformar sus esquemas al interior de las organizaciones y de su propio ser, para ajustarse a las necesidades del mundo de hoy (Que no son simplemente las de trabajar para ganar dinero y satisfacer las necesidades básicas y las impuestas por el consumismo), de lo contrario, estar dispuestos a asumir consecuencias naturales y sociales. La segunda es comenzar a implementar y sin violentar, los elementos colaborativos de la era del conocimiento, según las necesidades de cada organización. Ahora bien, si los procesos de las organizaciones son proporcionados, evaluados y mejorados por el ser humano, es el egoismo del ser humano, una de las bases de no querer dejar el tradicionalismo empresarial para dar el salto a la colaboratividad. ¿Qué Hacer? , Si bien una propuesta de solución no pretende atacar la raiz, por ser mas un tema sicológico, siquiátrico, sociológico o sobrenatural, sí quisiera facilitar el cambio en la tendencia mental de algunas organizaciones y sus miembros.
Independientemente de atacar un problema en la tradición de las instituciones o el egoismo humano, lo que sí se pretende es proponer y no imponer métodos que faciliten la creación participativa de una cultura colaborativa en la que interactúa la sociedad del conocimiento y donde sus frutos (Seguramente cosechados en forma definitiva por nuestras futuras generaciones) terminen por convencer a los más escépticos.